¿Quién no ha soñado alguna vez con un futuro plagado de vehículos voladores, repartos relámpago y tecnología digna de una película de ciencia ficción? Imagínate pedir una pizza y que, en menos de media hora, aterrice en tu jardín a bordo de un cohete supersónico. Parece una locura… pero lo cierto es que esta idea ya ha sido considerada –y, créelo, ¡no por bromistas! Prepárate para conocer la absurda, real y fascinante historia de los cohetes repartidores de pizza. Ponte el cinturón (de propulsión) y ¡despegamos!
¿Por qué un cohete para repartir pizza? El origen de la locura
El mundo de los inventos de transporte locos está lleno de excentricidades: desde patinetes voladores hasta trenes que “levitan”. Pero, ¿qué hay detrás del impulso de enviar comida rápida por los aires a velocidades astronómicas? La respuesta, como en tantas otras ocasiones, tiene mucho que ver con la imaginación… y una pizca de necesidad comercial.
Con la revolución de los servicios de entrega ultrarrápida y el auge del comercio online, la promesa de batir todos los récords de velocidad de reparto se ha convertido en una obsesión tecnológica. Algunos visionarios consideran que, si Amazon puede soñar con repartos espaciales, ¿por qué no la pizza?
Delirios aeroespaciales y hamburguesas supersónicas
No es la primera vez que los caminos de la comida rápida y la tecnología espacial se cruzan. En los años 80, la NASA estudió seriamente cómo alimentar a astronautas con pizzas y hamburguesas. Pero la verdadera locura llegó cuando varias empresas, inspiradas quizás por una mezcla de ingenio y desesperación de marketing, especularon sobre la entrega de pizzas a través de cohetes reutilizables.
¿Quién lo intentó primero?
Te asombrará saber que no fue una ocurrencia de Silicon Valley, sino de Europa. En 2016, una cadena de pizzerías en Noruega propuso enviar pizzas a islas remotas propulsadas por pequeños cohetes no tripulados. ¿La meta? Llegar a lugares intrincados donde ni el repartidor más apasionado quisiera aventurarse.
La historia se viralizó y pronto atrajo incluso la atención de ingenieros aeronáuticos que se lo tomaron más en serio de lo que imaginaban. En Motorpasión se han publicado artículos y debates sobre las aplicaciones (y riesgos) de los cohetes civiles, pero ¿para una cuatro quesos? ¡Eso sí es pensar fuera de la caja!
¿Es técnicamente posible? Un pequeño paso para la pizza…
La tecnología detrás de los pequeños cohetes reutilizables es cada vez más asequible y fiable, pero lanzar una pizza desde un punto A hasta un punto B desafía no solo a la física, sino también al sentido común (y el bolsillo). Entre los principales retos encontramos:
- Evitar que la pizza se convierta en una «estrella fugaz»: con un mal cálculo, puedes terminar con un meteorito de pepperoni.
- Recoger la pizza intacta: ¿cómo asegurar que la mozzarella no termine empapando la atmósfera?
- Legalidad y seguridad: los cielos, por ahora, no están abiertos para cualquier repartidor espacial.
- El coste: el gasto energético y económico de un cohete repartidor supera, de lejos, el precio de la pizza… ¡a menos que tus invitados sean astronautas hambrientos!
Un vuelo viral: cohetes locos y pizza para todos
Para ilustrar mejor esta tendencia, nada como un poco de humor viral y experimentos reales. Te dejamos un vídeo que combina el mundo de la aviación (y el delirio), donde un apasionado intenta entregar una pizza llevando la idea del El vuelo ✈️😂 al límite. ¿Pedirías tu próxima pizza así?
En este vídeo, titulado «El vuelo ✈️😂», puedes ver cómo la combinación de tecnología, humor y amor por la pizza llega a límites estratosféricos (literalmente). ¡No te pierdas los momentos más surrealistas del reparto aéreo!
Más allá del cohete: otros inventos locos para entregar comida
No todos los inventos para revolucionar el delivery han sido tan espectaculares (y disparatados) como el cohete pizzero, pero sí igual de creativos. Algunos de los más llamativos son:
- Drones: la opción más común hoy en día. Empresas como Domino’s han probado en Nueva Zelanda entregas de pizza con drones cuadricópteros.
- Vehículos autónomos: coches y pequeños robots que reparten comida sin conductor ni tripulación humana, como comentan en Autobild con los últimos avances en coches inteligentes.
- Globos dirigibles: en zonas donde ni siquiera los drones pueden acceder, no faltan los que apuestan por globos que navegan el viento… y el antojo.
¿Y el futuro? ¿Veremos repartidores espaciales?
Por mucho que nos atraiga la fantasía, aún estamos lejos de que nuestros repartidores de confianza lleguen en un Falcon 9 con salsa barbacoa. Eso sí: iniciativas como estas nos recuerdan por qué nos encanta el mundo de los inventos locos. Porque detrás de cada propuesta excéntrica, hay una pizca de esperanza en el progreso… y una tonelada de humor.
¿Llegará el día en que tu pizza eclipse el cielo y detone una lluvia de queso fundido sobre tu casa? Quién sabe. Por ahora, lo más seguro es que el timbre siga sonando, pero la puerta la abra el repartidor de toda la vida (¡o un robot!).
Conclusión: No dejes de soñar (ni de innovar)
Viajar en cohete para entregar pizzas es una idea tan disparatada como genial. Aunque por ahora siga siendo un experimento promocional (y viral) más que una propuesta realista, nos invita a pensar en las infinitas formas de conectar la tecnología moderna con la vida cotidiana… ¡y a reírnos un poco de nosotros mismos!
¿Te has quedado con hambre de más historias así de rocambolescas? Explora nuestro blog y descubre los transportes más locos de la historia. ¡La aventura sobre ruedas (o cohetes) continúa!